03 agosto, 2010

Mis vulgares primeros pasos satíricos (1)

Rebuscando por mis antiguos documentos de la insigne e inédita revista "Pancuadérnica Vía" (fundada por mi "yo" de hace 15 años), encontré varios simulacros de sonetos satíricos, de intentos quevedescos, de poesías perpetradas y de desastrosas imitaciones quizá de mi paisano Juan del Valle y Caviedes. Como es verano y tampoco me leerá mucha gente por estar de vacaciones, aprovecho para soltarlas al mar. Las distribuiré en 2 entregas, y en todo caso pido perdón, lo importante es con quien quería meterme, y lo pongo al final. Ahí van las dos primeras:

-A un profesor de Educación Física

Perro viejo, individuo bajo
Aire narcisista, olor a basura
Un tipo hortera de mucha altura
Moral falsa, estilo putrefacto

Tintinean tus rosas florituras
Mariposón de zafios colorines
Chulo potro de denostadas crines
Embaucador de adolescentes puras

Poder de leche, fuerza por la boca
Y aceite de breva por los costados
Se te van a ti como a una loca

Razón perdida, injustos mandados
A Dios gracias, otra niña ya no tocas
Que sepan tu alcurnia en todos lados

-A la dueña del Supersol de la calle Tórtola

Redonda cara de podrida alcachofa
Vagabunda de ideas no brillantes
Alquimista de pensamientos errantes
Culiancha, no mereces más que mofa

Mera acusadora que no miró en sí
Vacío seso en semejante trola
Fea enana de una neurona sola
Cómplices faltas de riego y serrín

Batalla perdida con la educación
Tacto sin noticias, alma chulesca
Rezuma borbotones de amargación

Yo no quisiera formar nunca gresca
Pero de un deseo he de hacer expresión
Tonta, no se te hiciera el super yesca


Explicación 1: Ese profesor no era trigo limpio y tenía problemas a la hora de relacionarse socialmente...
Explicación 2: La dueña del supermercado me acusó en público de robar, sin tacto ni razón alguna...

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