18 enero, 2011

Típico balance del año acabado (Año 5)

Qué barbaridad, es la quinta vez que voy a hacer esto. La verdad es que se me había olvidado hacerlo a mi hora, pero nunca es tarde, aún estamos en enero. Aquí va mi balance personal del año, siempre hecho de forma muy personal, claro, y esta vez algo forzado porque se me pasa el arroz.

Este año llegó con un trabajo nuevo, que se alargó más de la cuenta para acabar muriendo ya en 2011. Por momentos volví a estar superliado como en otros años de antaño, aunque en algunos casos fue por "dejar para mañana lo que podía hacer hoy". Este año conduje casi 20.000 kilómetros en mi coche, lo que ni me atrevo a traducir a dinero gastado en gasolina (pero vamos, que supera los 1000 euros fijo).

En 2010 comenzaban los "maravillosos años 10", donde definitivamente y si todo va bien (evitando complejo de Peter Pan y no perdiendo igualmente el niño que llevo dentro), se debería producir en mí el paso de "joven a maduro". No sé, lo mismo hasta tengo hijos, hasta me caso o no me caso o me arrejunto o me compro una casa o vivo emocionantes aventuras en las selvas amazónicas o alrededor del lago Tanganika. Quién sabe. De momento en este primer año de la década, compré mi primer coche, leí mi primer trabajo ante un tribunal y trabajé por primera vez a jornada completa en una sola empresa, son pasitos que se van dando.

Me arrepiento de no haber hecho nada de deporte, aunque tampoco he fumado ni bebido mucho, ni comido demasiadas grasas saturadas, lo que compensa algo. Reflexionar sobre lo que no has hecho un año y quisieras haber hecho, permite planificar un poco al año siguiente y evitar esos vacíos.

Finalmente decir que he sido más consciente que nunca de que esto se acaba. "El bicho de la guadaña" se llevó a otra persona muy querida (merecería muchos posts, claro, pero bueno, esos posts están en mi corazón), en lo que parece ser que no es más que el comienzo de una larga lista (que quieras que no, ojalá sea muuuuuuy larga aunque también más espaciada en el tiempo). Realmente es lo que más me fastidia de este sitio soleado con viento de levante, brumas matinales, olas de frío, castaños en flor, riachuelos temporales, niños jugando, ruiseñores y lirios en su apogeo, azul del cielo y del mar, ninfas, brujas, señor de los anillos y quién se ha llevado mi queso que es este mundo, y la milagrosa vida que en él tenemos.

En todo caso, como decía aquel: la vida puede ser maravillosa. Sólo hay que mirarla con buenos ojos. Gracias a lectores ocasionales, lectores asiduos y no lectores. No olviden hacerse una pregunta cada mañana al levantarse de la cama: ¿qué podría yo hacer hoy para cambiar el mundo a mejor?

¡Feliz 2011 a todos!

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