30 junio, 2011

6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (1), 1986-1989

Cómo no, aquí va una nueva serie de entradas, que en este caso van a ser 6, y en las que voy a evocar, a recordar y a lanzar en plan tormenta de cerebro adormecido por el calor de este verano, los recuerdos que me traen 6 cuatrienios pasados de mi vida, empezando por el 86-89 (creo que de antes no recuerdo mucho, más que cosas sueltas), y acabando en el 2006-09 (sin llegar al año pasado, que aún está a 6 meses de distancia sólo). Ni que decir tiene que me planteé si hacerlo de 3 en 3 años o de 5 en 5, y por supuesto en qué año sería mejor empezar, y como el blog es mío, pues mi decisión es la que vale. Ahí voy, me dejaré muuuchas cosas en el tintero, pero también diré muchas:

Vista: La época entre 1986 y 1989 la veo lejana, nebulosa, perdida en el tiempo. La veo desde mi bola de cristal lanzando rayos como un aurón, la veo en viejos videoclips de Madonna, en viejas hazañas de Doreste y Martín López Zubero. La veo desde aquellas nuevas escuelas de parvulitos, con sus setos creciendo, con mis primeros amigos corriendo por el patio. La veo mientras mido el compás en lecciones de solfeo de una banda de música que jamás se creará, la veo mientras intento alargar mis deditos para alcanzar las más finas notas de un requinto y la termino redoblando un tambor. La veo desde el patio de mis primas, desde los fines de semana esperando que volvieran mis hermanos de la facultad, la veo mientras rayo el suelo de la cocina con mi sillón, a la vez que desayuno leche con magdalenas en sólo 3 minutos, 53 segundos y 72 centésimas (sí, recuerdo perfectamente el récord a pesar de los años). La veo desde una vieja cochinica en la que mi tío nos lleva al colegio, todos convertidos en aficionados a un Barça que lleva ganadas 2 ligas en 30 años, la veo desde una vieja Agusta y desde una BH. Esa época la veo a través de la 1 y la 2, sólo, solas, y me la van contando los Hermida, Matías Prats y demás. Esa época la veo convulsa, muy soviética, muy cambiante, y a mis 5 ó 6 años conozco a la mayoría de líderes europeos. Veo esos años también mientras miro mi primer álbum de la liga y mientras completo la Real Sociedad cuando me sale Mújika en la casetica azul; equipos como el Sabadell, ahora serían impensables, y el Barça lo entrenaba un tal Terry Venables... Veo a las 'mayorets', a la Virgen de Alharilla de azul y las obras del centro de salud. Veo la nueva tapicería de un nuevo Citroën C-15 que hoy ya no existe, conducido camino a Arjona por un loco al volante, conductor novel, estudiante de económicas en Madrid, mientras se escucha "Walk of life" de los Dire Straits. Otros días veo discos de Alan Parsons, o escucho a Morrissey, Freddie Mercury, Mike Oldfield o a Jon y su amigo Vangelis. Veo cintas recien grabadas en mi vídeo Beta, sacadas de reportajes filmados maravillosamente por un barbudo aspirante a Ingeniero en la Escuela de Peritos de Jaén. Cada mucho tiempo veo venir a mis primos pequeños, viviendo aventuras inigualables como Los Goonies, cada mucho más veo venir a la tía del Perú, y por suerte a muchos más los tengo cerca. Cada 22 de noviembre y cada día de Reyes son ilusionantes, hay regalos, que a veces recojo directamente de la juguetería (y no sigo por aquí, pero ese recuerdo para ti, tita).



Veo un mundo aún pequeño, provincial, casi comarcal, pero con grandes viajes al otro lado del mundo, al hotel Monasterio de San Migvel del Puerto de Santa María, donde veo mi primera corrida de toros y me como otra ristra de croquetas en el Romerijo. Veo partidas al veo-veo, veo cenas de nochebuena en mi casa con el mismo magnífico caldo de la abuela hecho por mi madre, asustados los niños por Papá Noel, veo cumpleaños de chavales asturianos y disfruto de algún viaje a Lora pasando por pueblos con nombres de reyes. Veo a mi abuelo comiéndose su queso con su cervecita, sus gafas grandes y sus cataratas, y ni mucho menos se me pasa todavía por la cabeza que la gente se muera, aunque vea agonizar a Dalí y a Hirohito. Veo a un niño pelirrojo con gafas, tímido, juguetón, zocato, avispado y con mucha imaginación, sí, me estoy mirando al espejo, poniendo caras que se me asemejan a Felipe González o Andrés Jiménez. Mientras veo a ese niño, veo puzzles, veo soldaditos, veo "pingüitos", cochecicos, Tintín y Mortadelos, Exin "Far West" y al señor Osamu Tezuka. Veo pasar el mundo de forma circular desde los caballicos, y cuando me bajo veo un "veterano" y me lo como como a aquellas 30 croquetas y violetes y todo lo que viera por delante, excepto las zanahorias, tan buenas para la vista y tan llenas de "cosas verdes". Veo a mi padre cavando las pencas y enseñándome a lanzar a canasta con aquella pelota amarilla y morada junto a aquel sauce llorón, mientras de lejos se oye a Manolo, a Isidro o a los que van a Las Palmeras. Veo acabar mi primera década, y ni se me ocurre pensar que viviré otras tres más, al menos, y ni me planteo por lejanísimo el fin de siglo. Así, y de muchas formas más que no me da tiempo a contar la veo, aquella época que yo viví, hace 25 años...

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6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (1), 1986-1989, Vista 
6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (2), 1990-1993, Gusto
6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (3), 1994-1997, Oído
6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (4), 1998-2001, Tacto
6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (5), 2002-2005, Olfato
6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (6), 2006-2009, Intuición

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