08 octubre, 2012

Poesía-experimento (3) en 390 segundos

Como ya hice un par de veces antes (poesía-experimento1, poesía-experimento2), lo he vuelto a hacer. Escuché los 10 primeros segundos de una canción, abrí el bloc de notas, la puse de nuevo y no paré hasta que acabó. Y como siempre, me quedé descansando...

Perdón por la métrica, pues sólo son cavilaciones, evocaciones que aquí comparto para que no se pierdan.

Canción: "Innuendo" (Queen)
Título: Recordando su vida, junto al chisco

Cuando salió a la calle, se dio cuenta de que todo había cambiado.
Todo estaba gris, difuminado, casi como un viejo recuerdo
Cuando saludó, su saludo parecía un hilillo fino y apocado
Todo era diferente, nada sabía ni olía a lo que solía

Se quedó inmóvil, pensativa
Se quedó petrificada en su propio cemento de pensamiento
Se quedó hastiada y angustiada, soñando quizá, durmiendo
Se quedó sin esperanza por frotarse los ojos sorprendidos

Sin embargo, había algo allí que tenía magia
Había algo allí que le recordaba al pasado
Era sin duda un lugar familiar,
Una postal sólo avejentada de lo que fue

Gritó pero sólo salieron unos imperceptibles sonidos
Golpeó la pared con todas sus fuerzas y sólo arrancó dos granos de polvo
Insultó a su suerte, y su suerte se rió en su cara
Miró con desdén, y el desdén le devolvió una carcajada desde el más allá.

Ahora, sin duda estaba amaneciendo en su corazón
De pronto todo cambió y la alegría inundó el día, la estancia
todo era de colores y florecía
Sí, estaba recobrando la vida esa estampa

Sí, era su pasado, su calle, su antigua vida, sus juegos
Su abuela, sus vecinas, sus corrillos, sus viejas tiendas de barrio
Era su pueblo, sí, era ese Porcuna que relucía como siempre
Colores, vida, brillo del sol, alegría en su corazón

Había llegado en el mejor momento, recordando aquel tiempo
Sí, pero sólo quedando ahora un recuerdo gris
Triste, mira al suelo como avergonzada por no ser ella misma
Por no haber sido consecuente

Coherente con aquella niña que soñó algún día un futuro distinto
Un futuro nada lejos de su tierra, de su más auténtica esencia
Una vida que en nada había cumplido sus expectativas
Pero a pesar de todo, aquella niña no había olvidado nada.

Aquella niña que ahora contemplaba esa postal gris,
Merecía lo que había tenido, el don que se le había brindado
Poder recordar palmo a palmo, brizna a brizna el pasado, y verlo tal cual
Como si estuviera allí, como si lo estuviera viendo ahora mismo...

Y para sí, sonreía, y las lágrimas por su rostro caían,
pero su corazón sin lugar alguno a duda era feliz...


(Es curioso cómo a mitad de la canción, más o menos, se produce un cambio en el ritmo, que luego continúa con un sonido de guitarra, y que al minuto o así vuelve a decaer para continuar como al principio. Es curiosísimo ver cómo la propia poesía-experimento "experimenta" ese cambio de ánimo en sus propias carnes.)

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