21 febrero, 2013

Relatos cortísimos (1)

En esta sociedad actual, tan estresante, tan vertiginosa, donde seguramente la mayoría no tengamos tiempo ni para estornudar, ¿qué hueco nos queda para ejercer el placentero vicio de la lectura? Por ello, ya no es que los relatos deban ser cortos, es que deben ser cortísimos, casi infinitesimales.  Aquí está mi primer granito de arena, escrito ya hace muchísimos años (se nota...). Son 5 relatos cortísimos, con sus correspondientes resúmenes debajo (para gente con aún menos tiempo). Espero que os gusten (los títulos se los acabo de poner, eso sí):


Vuelta a la normalidad

Era un tiempo de paz y tranquilidad, en aquella ciudad montañosa. Rumiaban los alces por medio de las calles, las tiendas abrían para mostrar al mundo que el suministro había vuelto, que por fin la nieve había cesado y que las máquinas la habían retirado de las carreteras, pudiendo pasar los camiones con la mercancía. El triste invierno acabó.



*Resumen: La ciudad recobró su normalidad tras el invierno, cuando la nieve dejó la carretera.



"Rey" de vida

La charca no estaba como otros días, algo había cambiado. En la misma hoja no estaba la vieja ranita, ahora moraba en ella un jovenzuelo imberbe y aún inexperto, pero era ley de vida, la vieja ranita había muerto por fin, y vinieron de los más lejanos riachuelos insectos, sapos, culebras y hasta tortugas para darle su último adiós. Adiós ranita.



*Resumen: En la charca murió la vieja ranita, y vinieron muchos animales para despedirla.



Quién mal anda

Cruzaba la calle mirando a izquierda y derecha, como siempre lo había hecho, y como nunca debía de hacer, porque siempre hay que hacerlo primero a la diestra, pero no era una persona fiel a convencionalismos. Lo pagó caro: una bicicleta que venía por el lado izquierdo acabó impactando con su pierna. 6 meses después se soldó al fin aquella tibia.



*Resumen:  Siempre miraba antes a la derecha para cruzar, y una bicicleta la pilló. Ya está bien.



Explorando el Universo

 Era el día más feliz de sus vidas, y es que habían conquistado por fin el planeta perdido. Tras dos décadas de intentarlo, un vuelo tripulado por “cugnetoides” había podido alcanzar la tierra del planeta Kamon. Venio Losert, un pueblerino había sido el primer individuo en pisar aquella arenosa era. Sus palabras aún son recordadas por todos.



*Resumen:  Por fin pisaron el planeta Kamon. Venio Losert fue el primer “cugnetoide” que lo hizo.



Casi Sísifo

Habían sido más de 10 caídas aparatosas por culpa de aquella montaña imposible de alcanzar. Pero era su más ferviente deseo llegar allí, y su lucha diaria lo demostraba. Un día estuvo a punto, y casi se rompe el brazo. Pero aquella leche dio sus frutos, y el pequeño niño pudo por fin alcanzar aquella estatuilla que siempre le había fascinado.



*Resumen: Tras muchas caídas, un niño esperó a crecer y por fin pudo coger aquella estatuilla.

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