21 febrero, 2015

Qué harías si te dieran dinero infinito para operarte

¿Se nota que estoy harto de hipocresías, no? No, no es un post agresivo ni subversivo, ni televisivo ni pasivo, simplemente quiero hacer patente que lo que muchos dicen cuando opinan está claramente mediatizado por lo que "han decidido que van a pensar de aquí en adelante", por la "personalidad que he decidido formarme para tener una personalidad", y si a muchos de ellos los pones en una situación límite, obviamente esa opinión cambiaría, para sobrevivir, o para aprovecharla.

Más de una vez me ha surgido en conversaciones el tema de las operaciones de cirugía estética, operaciones que nadie se hace, pero que son claras cuando ves a alguien con una nariz o tetas nuevas, o alguna barbaridad perpetrada en la cara de alguna famosa, otrora guapa, ahora monstruo de erupciones de bótox y silicona incontroladas por toda la cara, cuello y senos, que la dejaron para el arrastre (véase la barbaridad que le hicieron a la Zellwegger, angelito rubio de labios carnosos, convertida en neumática multi-operada e irreconocible cincuentona de rostro inamovible a los 45 años).

Pues eso, ¿a nadie le sorprende que todos los famosos tengan unos blancos y bien colocados dientes?, ¿que delgadísimas actrices luzcan un escote que ni Pamela Anderson?, ¿que patitos feos en la adolescencia tengan narices y pómulos dignos del Renacimiento?

Según los informes de la Sociedad española de Cirugía Plástica, en 2014 la operación más demandada ha sido la de aumento y elevación de pecho, seguida de la liposucción (ay, esas barriguitas convertidas en tablas de planchar), aunque otras como el retoque de la nariz, los párpados o las orejas están a la orden del día. Lógicamente aquí no entran las infiltraciones de bótox, que esas se hacen ya casi en los supermercados como el que compra calabazas, oiga...



Lo que cada vez comienza a ser más habitual es que las menores se hagan algún retoque, principalmente en las orejas (el 50% de las operaciones son para ello), y también en los senos, que lógicamente van a ser los que les den mayores posibilidades en la vida, tanto a la hora de aprobar los exámenes en las revisiones, como a la hora de encontrar trabajo, ya sea por ser de cara al público o por ser un hombre el de Recursos Humanos de la empresa en la que están realizando la entrevista. ¡No me lo neguéis ahora, es absurdo!, el mundo funciona así, parece mentira que os rasguéis las vestiduras ahora por tontadas feministas o pataletas de los y las que saben que sólo hay una cosa que valga más que una carreta (exceptuando el turrón más caro del mundo, claro, 1880...).


Anita Ekberg joven y mayor (la musa de la Dolce Vita que nos dejó este año)

Finalmente, antes de continuar, comentar que la mayoría de operaciones se dan entre los 30 y los 40 (y que también hay un 10% de hombres), edad en la que la pava de turno se da cuenta de que las recauchutadas veinteañeras están cañón, y a ella se le va notando alguna arruguita por aquí o por allí, de que las niñas tienen vientre plano y piernas firmes mientras que a ella se le notan michelines y cartucheras... ley de vida, chica, gástatelo en un restaurante y unos zapatos, en vez de retocar lo que volverá a caerse, ¡que esto son dos días! y es lo que te vas a llevar...

Bueno, ¿y a qué ha venido todo esto?

Pues como decía al principio, luego preguntas y nadie se retocaría, y todos son muy orgullosos y no harían eso, pues la arruga es bella y no tirarían el dinero con esa especie de "dopaje de belleza", pues lo importante está en el interior y las famosas y famosos son unas frívolas y unos acomplejados...

Pero luego les preguntas: ¿y tú qué harías si te dieran dinero infinito para operarte, que sólo pudieras usar en eso?

Probadlo, entonces se os echarán atrás y como buitres acabarán en la puerta de las clínicas a retocarse las orejas, los pómulos, quitarse vello, ponerse 2 melones, ponerse el culo respingón (lo he escuchado así), operarse los pies, incluso las rodillas (eso creo que no se opera) o el ombligo (me suena que también es complicado).  Ojo, que no hemos hablado de que al fin y al cabo son operaciones, y que a veces pueden salir mal, así que nos estamos arriesgando...


¿Y a mí, qué me parece, lo haría? Pues no me parece mal, hombre, me parece en cierta manera "dopaje", porque luego vas a una entrevista de trabajo como decía antes, y si tienes un par de razones pues has ganado un punto, pero en fin, sólo se persigue en el deporte, cada uno que haga lo que quiera. Todos tenemos algún pequeño complejo o algo que nos retocaríamos si pudiéramos, así que por qué no pensarlo alguna vez si tuviéramos dinero infinito... no seamos tan mojigatos... nos retocaríamos todo, casi enteros, y lo haríamos año tras año, por si acaso, por aquello de la edad, convirtiéndonos en esos ancianos y ancianas recauchutados que se ven ahora por Hollywood, estrellas de los 50 y 60 que no se parecen a ellos mismos, ya no por las arrugas, sino porque efectivamente tienen otra cara.

Desde aquí reivindico el envejecimiento saludable y natural, el tener de mayor la cara que realmente te merezcas, la natural, la que se parece a ti pero con arrugas, y no la que un señor de Murcia, bisturí en mano en sucesivas operaciones, te haya hecho...

La arruga es bella, pero, si me dieran dinero para operármela... ¡adiós arrugas!

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