21 diciembre, 2015

La suciedad que acumulamos los limpios

No sé dónde encuadrar exactamente esta entrada, así que lo he metido como "mi parte friki". En parte sería humorística y en parte "mirando la vida". Veamos, esta es una historia/situación que suele ocurrir muy a menudo en nuestras vidas:

-Llegamos a un lugar que solemos frecuentar todos los días y que compartimos con otras personas (cualquiera vale), y al ver lo sucio que está soltamos un "Joer, qué guarros, qué cantidad de mierda hay ahí". Después nos vamos bastante enfadados y con cierto complejo de superioridad al saber que hay tanta gente que es mucho más sucia que nosotros, modelos claros de comportamiento y dioses del Universo que por supuesto somos.



Bien, pensemos por un momento una cosa: El ser humano a través de sus sentidos puede percibir solamente una cantidad determinada de materia. Ojo, no vamos a concretar mucho, pero digamos para aclararlo que una persona no puede ver, ni oler, ni tocar un átomo, pero si juntamos muchos muchos átomos, sí podrá ver, tocar, sentir la materia resultante.

 Como ejemplo, imaginemos que la cantidad mínima de átomos juntos que una persona puede ver son 1000.

Y aquí viene la reflexión: ¿Y si cada vez que una persona va al lugar que comparte con otros deja "sin querer" 100 átomos de desperdicio?  ¿Y si esa persona va 10 días consecutivos a ese lugar y en total deja 1000 átomos? ¿Qué pasaría si esa persona ve al cabo de ese tiempo esos 1000 átomos juntos?

Pues os lo diré, esa persona pensará: "Joer, qué guarros, qué cantidad de mierda hay ahí, mira yo que cada vez que vengo lo dejo todo impecable...", sin darse cuenta de que poco a poco y durante 10 días han ido acumulándose sus "mini-desperdicios", hasta que han podido verse, hasta que ella misma ha podido verlos. 

Y entonces, como conclusión, al final todos sabremos que esa mierda... era suya... 

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